¡Que me caso! Me dijo Rebeca. Nos conocemos de toda la vida y me pidió que le diseñara las invitaciones para su boda. Me hizo mucha ilusión, porque siempre es bonito hacer cosas para gente que aprecias y conoces… Se hace con un cariño especial.
Son una pareja la mar de maja que se conocieron por internet (esto ya no es nuevo). Les pedí que me hablaran de sus gustos, sus aficiones y cosas que tenían en común para ver cómo enfocar la invitación, pues ellos no tenían ninguna idea preconcebida y yo no sabía por dónde empezar…
Pesca, cocina, cine, teatro… ¿qué hago? Pues el teatro puede ser una buena opción!!… Una invitación que sea como la entrada a un teatro o a un cine… No pinta mal… Manos a la obra!!!
Y esto es lo que salió:
Aquí podéis ver el anverso y reverso de la invitación. Parece un antiguo tiquet gigante de cine, con la marca de puntos para recortar.
Va dentro de un sencillo sobre negro.
Ahora sólo queda esperar a que llegue la boda… qué nervios!!!! Y decir ¡Que vivan los novios!! O mejor… ¡Qué empiece la función! 😉
Para muestra... un botón. 